A lo largo de los siglos XVI y XVII surgieron en Europa coleccionistas que guardaban en sus gabinetes todo tipo de objetos que podían ir desde obras de arte, plantas exóticas, animales disecados, hasta elementos inverosímiles como cuerno de unicornio o sangre de dragón. Estas colecciones eran realizadas por personajes aristócratas o burgueses y, a día de hoy, son los conocidos gabinetes de curiosidades más famosos.
En Les Morts tenemos gabinetes de curiosidades para que tú mismo puedas crear tu propia colección de objetos curiosos y únicos. Y quien sabe, tal vez quieras coger ideas de estos gabinetes de curiosidades o cuartos de las maravillas, para rellenar el tuyo propio con objetos fuera de lo común o con lo que más te guste.
Los gabinetes de curiosidades del Castillo de Ambras
El primer protagonista que presentamos es el archiduque Fernando II de Austria y su gabinete en el castillo de Ambras en el s. XVI. Hoy en día, es un museo federal y forma parte del Museo de Historia del Arte de Viena. Lo curioso es que la cámara de maravillas y arte construido por Fernando II está en el mismo sitio del castillo, construido expresamente para albergar estos objetos curiosos. Esto convierte al Castillo de Ambras en uno de los museos más antiguos del mundo.
Dentro de su gran colección (que fue documentada en varios inventarios) podemos encontrar copas de cristal, objetos en orfebrería y plata, vidrios preciosos y filigrana, esculturas de bronce, monedas y armas, así como retratos de animales y personas considerados «maravilla de la naturaleza».
Colección de Rodolfo II de Praga
Rodolfo II de Praga, Archiduque de Austria y Emperador, también tuvo su propio gabinete de curiosidades, aunque era tan extensa como la de Fernando II en el Castillo de Ambras, pero aún así es bastante interesante. Incluso su afición por coleccionar objetos fue superior a sus obligaciones políticas y militares.
En los inventarios que se hicieron se describen piezas como una colección de 800 cuadros, obras de bronce, autómatas y aparatos científicos, así como joyas.
Su colección terminó con su muerte, pero todavía se puede ver parte de ella en el Museo de Historia de Arte de Viena.
Colección de Kircher
Athanasius Kircher fue un viajero, escritor e inventor jesuita que se trasladó a Roma en 1633 para dar clases en el Collegio Romano. En 1651 la institución recibió como donación la colección de pinturas y antigüedades de Alfondo Donnino y exponiéndola en el edificio. Kircher fue el encargado de cuidar de ella, añadiendo a dicha colección sus propios artefactos curiosos, máquinas y objetos de la naturaleza que había coleccionado con el paso de los años.
Su exposición recibió la visita de muchos científicos, viajeros, gobernantes y estudiosos. Con su muerte en 1680, Filippo Buonanni, su discípulo, ilustró un catálogo de la colección del Museo. Hoy en día, el Collegio Romano continúa con el Wunder Musaeum de Kircher.
John Tradescant
John Tradescant el mayor fue un naturalista y botánico que trabajaba para el duque de Buckingham. Recolecto durante mucho tiempo flores, plantas, bulbos y árboles, entre otros, de Rusia, Levante, Francia, Argel, Indias Orientales y el Caribe.
Su hijo, también llamado John Tradescant el joven, viajó a Virginia en 1637 y recogió otros objetos como conchas, plantas, flores y un manto de piel de ciervo perteneciente a Powhatan. Tanto padre como el hijo también cosecharon muestras zoológicas (dodo de Mauricio, morsa o armadillos), curiosidades artificiales (retratos, marfil torneado, trajes, armas, calzado oriental, entre otros) y rarezas (huevo de dragón, mano de sirena, 2 plumas de cola de fénix, un trozo de la cruz de Cristo, etc.). El Tradescant´s Ark, somo llegó a ser conocida su colección, fue el primer gabinete de curiosidades en Inglaterra y estaba abierto al público a cambio de pagar una entrada.
Legó su gabinete y biblioteca a Elias Ashmole y que, posteriormente, se convierten en el Museo Ashmolean de Oxford, donde las colecciones de Tradescant se han mantenido intactas.
Real Gabinete de Historia Natural
Felipe II también fue un coleccionista de este tipo de colecciones. Con la expedición de Francisco Hernández en 1570 a Nueva España que el monarca había patrocinado, el navegante trajo consigo plantas, semillas, escritos e ilustraciones que fueron ubicados en el palacio de El Escorial. También aumentó su colección con regalos realizados por otros embajadores como huesos de ballena, rinoceronte, elegantes, así como mapas, monedas, libros o olifantes. Aunque gran parte de esta colección se perdió en un incendio.
Posteriormente, Fernando VI creó el primer gabinete colecciones de historia natural de España, animado por Antonio de Ulloa y otros especialistas. Carlos III fue quien lo denominó Real Gabinete de Historia Natural en 1771 cuando adquirió la colección de Pedro Franco Dávila, un comerciante afincado en París. Esta colección contaba con fósiles, minerales y rocas. No fue hasta 1776 cuando se abrió al público convirtiéndose así en una de las primeras exposiciones abiertas al público de España y el mundo.
En la cultura contemporánea
Hoy en día se mantienen algunos de estos gabinetes de curiosidades, como el que recoge el Museo de Ciencias Naturales de Houston. También está el ejemplo del Museo de Tecnología Jurásica de Los Ángeles que intenta recrear la sensación de asombro que despertaron alguna vez los gabinetes. Otros ejemplos son la House on the Rock en Spring Green (Wisconsin) o el Musée Patamécaniquese en Bristol (Rhode Island).
Podemos encontrar otros muchos ejemplos donde los gabinetes de curiosidades siguen siendo una referencia para mostrar objetos al mundo para sorprender al público y dar un nuevo sentido al arte y la cultura.
Incluso hoy en día una persona puede conseguir formar su propio gabinete de curiosidades con:
- Restos de animales
- Plantas
- Objetos de otras culturas
- Objetos que representan calaveras humanas (curiosidades)
- Animales disecados
- Cuadros
- Etc.
En Les Morts te hemos contado cuáles fueron los gabinetes de curiosidades más famosos del momento y actualmente. Contamos con gabinetes (vitrinas restauradas) para decorar tu hogar o colocar esos objetos curiosos que traes de tus viajes, que adquieres por que te gustan o para conseguir un estilo más vintage.