Decoración exclusiva
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Es de conocimiento común que, a la nobleza europea (y parte de no europea), le ha gustado hacer gala de su riqueza. Ya sea por medio de la arquitectura, la moda, el ajuar doméstico, las joyas, innumerables colecciones artísticas y otros detalles lujosos.
A lo largo de los s. XVI y XVII buscaron otra forma de demostrarlo mediante lo que se llamó las cámaras de maravillas o gabinete de curiosidades. También fueron usuales en Alemania o Austria con las Wunderkammern, los Wonder Chamber en Inglaterra o las Kunstkammer en Dinamarca. Gran parte de esta tuvo su origen durante el Renacimiento, donde se vivió una explosión y promoción de las artes y ciencias. Fue el caldo de cultivo perfecto para que estas colecciones provocarán un enorme interés.
En Les Morts podrás encontrar innumerables objetos que recuerdan mucho a algunos de los objetos expuestos en los gabinetes de curiosidades.
En este sentido, en el s. XVIII estas muestras de lujo vinculadas con la ciencia evolucionaron para ser propios adornos de palacios y casas señoriales y se volvieron muy populares debido a las innumerables expediciones científicas, de historia natural y comerciales, entre muchos otros motivos. Es decir, los gabinetes de curiosidades eran auténticas colecciones de objetos raros y fascinantes que iban desde piezas artísticas y arqueológicas hasta fósiles, huesos, armas, semillas, piedras, plantas y animales.
En un primer momento, un gabinete de curiosidades de este tipo estaba basado en un mueble donde se almacenaban y exponían objetos pequeños y de gran valor. A partir del s. XVI estos pequeños muebles pasaron a tener un sentido mucho más profundo, donde se convirtieron en pequeñas salas donde se colocaban piezas valiosas y raras.
Según la acepción de la época, un gabinete era una o varias cámaras donde los coleccionistas, que disponían de dinero, solían retirarse para analizar y contemplar aquellos objetos que eran de su propiedad. Normalmente, eran considerados como un santuario privado donde el dueño y ciertas amistades más cercanas solían retirarse, aunque era un lugar prohibido para las mujeres del hogar y solo podían acceder a él para realizar su mantenimiento y limpieza.
Parte de los ideales de los hombres del Renacimiento fue la de crear un teatro total donde se pondrían objetos pertenecientes de todos los rincones del conocimiento hasta la fecha en un único microcosmos. Es decir, un espacio destinado al estudio y la observación para la comprensión del mundo.
Este microcosmos fue creciendo cada vez más gracias a los viajes de exploración a nuevas tierras y de conquista. Los gabinetes de curiosidades con el tiempo fueron acumulando una gran cantidad de objetos y materiales que, ante la falta de espacio en un solo mobiliario, terminaron por destinarse a un tipo específico de objetos como eran aquellos dedicados a la historia, la numismática, armas, historia natural y pinacotecas.
Cabe señalar que estos muebles fueron la antesala de lo que serían posteriormente los modernos museos especializados, donde se pasó de ser colecciones privadas a una apertura al mundo de la cultura y la naturaleza.
Entre los gabinetes de curiosidades más famosos podemos encontrar aquel creado por Francisco I de Francia, seguido de otros bastante importantes como fueron el gabinete de las maravillas del clérigo Manfredo Settala en Milán, el de Ole Worm de historia natural en Copenhague (1655), de del profesor Ulisse Aldrovandi de botánica en Bolonia (1568), de Basilius Besler en Nuremberg y el Museo del Colegio Romano que dirigió Atanasio Kircher.
Muchos de estos gabinetes de curiosidades guardaban, dentro de su aparente desorden, un anhelo de clasificación. El Museo Worm disponía de cajones etiquetados en rublos de madera, metal, conchas y otros materiales. Los vasos tallados en cuerno estaban junto a las cornamentas de ciervo, ya que estaban vinculados por el mismo material. Disponía de una clasificación bastante ordenada que se dividía en 4 libros:
Pero esta clasificación solo atendía a los materiales de los que están hecho, olvidando otras clasificaciones como son según el lugar de procedencia.
El alemán Casper Neickel creó una obra donde se daban las instrucciones correctas para comprender y organizar estos «mini museos» o cámaras de rarezas, donde se recomendaba la distribución que comenzaba en lo natural hasta lo artificial. Otro tipo de clasificaciones imitaban los postulados creados durante la época grecorromana.
Aunque esta distribución de los gabinetes de maravillas hoy no son cosa del pasado. Museos actuales conservan todavía un aire de gabinete como recuerdo del pasado, crear exhibiciones retro o se han realizado exposiciones posteriores de curiosidades que se producen actualmente.
En estos gabinetes de curiosidades se exponían «cosas extrañas, nuevas y singulares», donde se mezclaban de forma heterogénea, aunque se podían encontrar cuatro grandes grupos siguiendo la nomenclatura en latín. Eran Naturalia (naturaleza), Artificialia (artificial), Scientifica (científica) y Exotica (exótico y extraño).
En este grupo se solían reunir los objetos de los tres reinos dentro de la historia natural:
En esta agrupación se añadían aquellos objetos creados o modificados por el hombre.
En esta clasificación se encontraban algunos elementos de la evolución científica de la época, autómatas, etc.
En este último grupo se colocaban aquellas plantas y animales que se consideraban exóticos para la época y que procedían de las expediciones y conquistas en el nuevo mundo, así como objetos etnográficos de pueblos indígenas como las calaveras mexicanas.
Si te gustan las curiosidades y quieres tener algo así como un gabinete de curiosidades, en Les Morts contamos con objetos que no dejarán indiferente a nadie. Tenemos lo que estás buscando, entra en nuestra tienda online o contáctanos y ¡empieza ahora a crearlo!
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Creado con ira por Mery Von Funck aka Les Morts