Krampus es una figura híbrida entre cabra y demonio encargado de aterrorizar a los niños que se portan mal en Navidad. No carga regalos en un trineo, no tiene elfos ayudantes, aunque sí viene acompañado de cadenas y palos de abedul que emplea para golpear a los niños que se portan mal y llevarlos al inframundo. Pero, ¿es el Krampus el terror de la navidad?
Y, a pesar de que es un ser terrorífico, cada diciembre se le recuerda y se llena las calles de algunos países con su presencia. En este artículo te vamos a hablar sobre el krampus y la leyenda que lo rodea.
¿Cuál es el origen de este demonio de la navidad?
Su nombre procede de la palabra alemana kramper, que viene a significar “garra” y se le considera hijo de Hel dentro de la mitología nórdica. Este ser legendario también comparte rasgos con otras criaturas de la mitología griega como los sátiros y la romana en los faunos. Esta leyenda pertenece a una tradición navideña en Alemania, donde las celebraciones comienzan a principios de diciembre.
Krampus se creó como contrapartida a San Nicolás, que daba golosinas a los niños. Este monstruo azotaba a los niños malos y se los llevaba a su guarida o al infierno. Según el folclore, el Krampus aparece en las noches antes del 6 de diciembre, denominada Krampusnacht o «noche de Krampus». Así mismo, ese mismo día es el Nikolaustag o «Día de San Nicolás», donde los niños alemanes comprueban si la bota o zapato que han dejado contiene regalos (buen comportamiento) o una vara (mal comportamiento).
¿Por qué asustar a los niños con un monstruo demoníaco y pagano?
Tal vez el Krampus representa esa forma en las que el ser humano entra en contacto con el lado animal. Es un personaje caricaturesco, con medio cuerpo de cabra y otra mitad humanoide o de diablo. Esto crea un personaje terrorífico que incluye en su aspecto colmillos, cuernos y una lengua bífida.
Este ser podría considerarse la versión opuesta a Santa Claus, puesto que no trae regalos, sino azotes. Y no trae la felicidad, sino que castiga y se lleva a los niños al inframundo si se han portado mal. Avisa su presencia con cadenas, campanillas y portando varas de abedul para azotar.
Todavía no se sabe el porqué de su origen. Aunque una posible explicación está en una celebración donde se pretende esa reconciliación con el lado animal del ser humano. Porque, aunque tengamos una creencia, civilización y limitaciones morales, todavía contenemos en el fondo esos instintos e impulsos primitivos. Después de todo, todos tenemos la dualidad, con un lado bueno y otro malo.
Variaciones de Krampus a lo largo del tiempo
En aquellos territorios donde esta figura arraigó, sobre todo en el noroeste de Europa (Países Bajos, Luxemburgo y Bélgica), el Krampus se convirtió en un compañero de San Nicolás que traía regalos a los niños buenos en la víspera del 6 de diciembre. Mientras que San Nicolás premiaba a los niños que se portaban bien, el Krampus, en distinto grado de severidad, castigaba a aquellos que habían sido malos. Podían ir desde azotes con una rama de abedul que portaba en la mano hasta secuestrar a los niños, portarlos en una cesta para comérselos, ahogarlos en el río o arrastrarlos al inframundo.
Sin duda es mucho más amenazador y aterrador que el dejar un trozo de carbón como se hace hoy en día.
S. XVII y XVIII: Mezcla con otras deidades.
En los territorios alpinos, durante los siglos XVII y XVIII, la figura del Krampus se mezcló con la figura local Perchta, la divinidad celta del invierno que era representada como una cabra de aspecto humanoide que protegía los rebaños y ahuyentaba a los demonios y fantasmas de las montañas.
Esto hace que en países del centro de Europa el Krampus se asemeje a un individuo con cuernos de cabra y pelo que recompensa a los bondadosos con obsequios y castiga a los malos arrancándoles las extremidades y cambiándolas por paja y piedras. En Suiza su versión es más benigna, se le compara con el Schmultzli, quien persigue con una escoba a los niños y donde estos no corren tanto peligro.
S. XIX: Antítesis de San Nicolás
Estas figuras, cuyos orígenes son de ambiente de montaña, comenzaron a ser conocidas en ciudades más grandes durante el s. XIX, gracias a la difusión de los cuentos populares. El Krampus, aunque tiene su origen pagano, es una figura que se ha metido en la doctrina religiosa como antítesis de San Nicolás, Incluso aparecían dibujos y tarjetas de felicitaciones donde se veía a este diabólico ser en el acto de meter a niños en su cesto.
La Iglesia y, en gran medida, las autoridades civiles, no terminaban de ver con buenos ojos la celebración del personaje, ya que era la representación de un demonio pagano o del propio Diablo. En algunos países como Holanda, se cambiado por un personaje denominado Zwarte Piet (Pedro el Negro), un paje africano que se llevaba a los niños que se portaban mal y les obligada a trabajar durante todo un año en el taller de Santa Claus para redimirse.
En definitiva, estos personajes tenían la función concreta de representar las características contrapuestas de San Nicolás, cuyo origen tenía el papel de benefactor de bondadosos como el castigador de los malos. A la Iglesia no le resultaba cómodo que un Santo, dentro del imaginario colectivo, se dedicaba a azotar y secuestrar a los niños, por lo que toleraba como mal menor la existencia de un alter ego maligno o mágico.
El krampus moderno
Durante muchos años la Iglesia Católica suprimió la presencia del Krampus y prohibió su celebración durante la Navidad, así como lo hicieron los fascistas durante la Segunda Guerra Mundial, por considerarla una creación de los socialdemócratas.
Y, contra todo pronóstico, el Krampus regresó a las tradiciones navideñas con enfoques más modernos, debido a que las nuevas generaciones no se asustan ya con estas leyendas. En países como Hungría, Alemania, la República Checa y Austria se celebra el Krampuslauf, una carrera donde cientos de hombres disfrazados de demonios corren por las calles y persiguen a los que acuden a ver.
En definitiva, si no deseas encontrarte en el camino de Krampus, es mejor que te portes bien durante todo el año. En Les Morts te hemos contado quién es este personaje, tan misterioso y aterrador como muchos de nuestros objetos. Si quieres conseguir objetos únicos, contáctanos sin compromiso.