Frida Kahlo hoy es todo un símbolo para millones de mujeres en el mundo, así como en el mundo del arte. Sus cuadros son ampliamente conocidos y podemos ver su rostro en películas, folletos de arte y merchandising. Esta artista mexicana, con sus reconocidas cejas pobladas y sus trenzas negras en un moño que recuerda al tradicional mexicano, es desde año un auténtico icono global y en Les Morts no podemos dejar pasar la ocasión de hablar de ella.
Breve biografía de Frida Kahlo
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón es una de las pintoras más conocidas de México, país que fue inspiración para sus obras. Las surrealistas vieron detalles en su arte que quisieron vincularla a esta corriente, pero ella siempre se mostró contraria a encapsularse ya que, según sus palabras “No pinto sueños… pinto realidad”. Ni siquiera sabía qué era el surrealismo hasta que conoció a André Bretón, un pintor surrealista de la época.
Su vida y arte estuvieron influenciados por diversos problemas de salud, comenzando por la polio que la tuvo encamada y, posteriormente, un accidente de autobús que la dejó secuelas graves como colores, amputaciones o la incapacidad para tener hijos. Aunque este hecho traumático también la hizo adentrarse en el arte. Durante su estancia en el hospital, Frida Kahlo realizó sus primeros trabajos artísticos.
Otro factor que determinó su vida fue su matrimonio/s con el pintor Diego Rivera, muy conocido en México y que fue de gran influencia en el arte de Frida (y viceversa). Ambos compartieron el gusto por el arte folclórico mexicano de raíces indígenas y, con ello, inspirando a otros pintores mexicano tras el periodo revolucionario.
Aunque tuvo la admiración de pintores e intelectuales en su época como André Bretón, Vasili Kansinski, Pablo Picasso o Concha Michel, su obra consiguió el verdadero reconocimiento y fama tras su muerte, entre las décadas de los 80 y 90 gracias a famosos como Madonna.
Hoy en día podemos encontrar algunas de sus obras en el Museo Frida Kahlo en la Casa Azul (Coyoacán) donde vivió, aunque el grueso de la colección podemos hallarla en el Museo Dolores Olmedo Patiño (Xochimilco, Ciudad de México).
Obra pictórica
Frida Kahlo pintó 143 pinturas, de las cuales 55 son autorretratos. Sus cuadros dejan entrever aspectos dolorosos de su vida, ya que pasó gran parte de ella en cama. En ellos podemos observar la desintegración de su cuerpo y el sufrimiento que padeció. Ejemplo es La columna rota (1944) y donde aparece con un aparato ortopédico de metal y con su cuerpo abierto ilustrando una columna rota en lugar en vez de la columna vertebral humana.
Aunque su obra más conocida es Las dos Fridas (1939) que regresó a México tras su divorcio con Diego Rivera. Y la obra más cara que ha vendido de su repertorio es Diego y yo que, en 2021, alcanzó un precio de 34.8 millones de dólares en una subasta de Nueva York.
Un arte único
La obra de Frida Kahlo es complicada de clasificar. Al estar tan unida a su vida personal, podríamos decir que sus cuadros son objeto y sujeto al mismo tiempo. Y, aunque ella misma lo negara, tienen fuertes tintes surrealista (no todo son sueños, también incluye el mito, la magia y el inconsciente que podemos ver en México), así como un influjo expresionista.
Muchos vieron en sus cuadros el primitivismo vinculado con Rousseau y donde se deja ver la ingenuidad e infantilismo del francés; aunque tanto Frida Kahlo como su marido siempre mostraron un gran nacionalismo y la vinculación con lo mexicano.
Así mismo, su condición de mujer fue uno de los temas principales de su arte. Rompió tabús sobre el cuerpo y la sexualidad femenina, buscando alejarse de la mujer tradicional de su época y mostrándose dura, violenta, activa y excesiva. Todo ello explica que se haya convertido en un auténtico símbolo del feminismo dentro del arte.
Tal y como hicieron otros artistas como Dalí, Kahlo creó un personaje: Frida. Dicho personaje se creó a partir de su forma de vestir, con atuendos y abalorios indígenas, su negativa a la depilación (son famosas sus cejas) y su pasión por la cerveza.
En palabras de la propia artista, su arte usó la simbología de los colores de este modo:
- Verde. Luz tibia y buena.
- Marrón. Hoja que va a tierra, color del mole (bebida mexicana).
- Amarillo. Locura, enfermedad y miedo. Algo de sol y alegría.
- Azul cobalto. Amor, electricidad y pureza.
- Negro. La nada es negro.
- Hojas verdes. Ciencia, tristeza.
- Amarillo verdoso. Misterio, locura. Los fantasmas también utilizan trajes de ese color.
- Verde oscuro. Es el color de los buenos negocios y malos anuncios.
- Azul marino. Distancia, aunque la ternura puede tener ese color.
Su autorretrato como parte de su obra
Un elemento que caracteriza parte de su obra es su propio rostro o autorretrato. Sin él, el éxito de la artista no habría sido el mismo. Sus cuadros más famosos tienen a ella misma como protagonista. Sus admiradores más acérrimos no buscan naturaleza muerta ni retratos de otras personas, sino su propio autorretrato.
Esto en parte es gracias a que ella misma se convirtió en un personaje y, hoy en día, su rostro es un auténtico icono. Frida logró ser la mejor representación de los valores mexicanos, con sus rasgos marcados y vestimenta adornada con flores en el pelo, todo pintado sobre colores intensos y alegres. Sin duda, su autorretrato representa un valor de género femenino, emocional y muy mexicano.
Un icono del feminismo
Pero no solo es conocida por su capacidad artística, sino también por los valores que expuso en su trabajo. Frida se refleja en su obra como una mujer libre, donde esta puede hablar de forma abierta sobre la sexualidad, la maternidad, el aborto o la lactancia. Consiguió dar voz a las mujeres reprimidas de su época que no podían salir de sus casas y no hablaban con libertad de su cuerpo y sexualidad.
Frida es un símbolo del feminismo por algo más que sus cuadros. Además, fue una mujer que llegó muy lejos en el mundo de la pintura en aquel tiempo, más de lo que había llegado ninguna. Pero también quiso ser una mujer luchadora en ámbitos como el político.
Fue defensora del marxismo y los derechos de los indígenas y participó en la política, un rol que estaba reservado casi de forma exclusiva a los hombres.
Como has podido ver, Frida Kahlo fue y es un auténtico icono del arte y del feminismo. Fue una mujer luchadora que vio el arte como forma de expresión de sus emociones y su vida; mientras que reivindicó su papel como mujer mediante su inmersión en el mundo social y político de la época.